La exestrella del baloncesto estadounidense, Michael Jordan, compartió públicamente sus recuerdos sobre el problemático periodo marcado por el frecuente consumo de drogas, por el que atravesaba su equipo, Chicago Bulls, cuando éste se unió al plantel en 1984.
Lo hizo en una entrevista para la serie documental ‘The Last Dance’, emitida por la cadena ESPN, que explora cómo los Bulls se convirtieron en una de las franquicias más exitosas en la historia de la NBA.
Cuando el joven Jordan —estudiante de 21 años de la Universidad de Carolina del Norte y jugador del correspondiente equipo universitario— llegó al club, los Bulls llevaban una racha de siete de las últimas nueve temporadas sin llegar a la fase de eliminatorias, a la que podían clasificar 16 de los 23 equipos que integraban en aquel entonces la liga.
ESCÁNDALOS Y ABUSOS
Esos pobres resultados venían acompañados de escándalos protagonizados por el plantel fuera de la cancha. Y el célebre deportista fue testigo de uno de ellos.
Creo que estábamos en Peoria [Illinois, EU], fue en un hotel, y yo intentaba encontrar a mis compañeros de equipo.
Empiezo a golpear las puertas, abro esta puerta y llego a escuchar a alguien diciendo: ‘Shhh, hay alguien afuera’.
Y esa voz profunda dice: ‘¿Quién es?’. Yo digo, soy MJ, y ellos dicen: ‘Ah, carajo, es solo un novato, no se preocupen’, relató Jordan.
Entonces abren la puerta. Entro, y veo prácticamente a todo el equipo allí dentro. Eran cosas que nunca había visto en mi vida cuando era un muchacho joven.
Tenías las rayas [de cocaína] por aquí, los fumadores de hierba por allá, y las mujeres por ahí, continuó el astro retirado de la NBA.
“circo ambulante de cocaína”
Luego no pudo controlar la risa cuando su entrevistador le recordó sobre un artículo, en el que los Chicago Bulls eran descritos como “un circo ambulante de cocaína”.
Jordan recordó que al comienzo de su carrera como deportista profesional se vio obligado a mantener distancia con sus colegas en su vida personal.
Lo primero que dije fue ‘yo estoy fuera de esto‘. Porque todo lo que podía pensar era que, si vienen a hacer una redada en este lugar en este preciso momento, yo soy igual de culpable que todos los demás en esta habitación.
Desde ese instante en adelante, estuve solo por mi cuenta, concluyó su relato Jordan.